La cámara muestra una pared en una de las plataformas del metro subterráneo. Con un movimiento cansado, un hombre de mediana edad está colocando un nuevo cartel de película en la gran valla publicitaria. Justo al lado de él, notamos a un ratón emocionado que lo observa. La cámara se enfoca lentamente en el ratón. Entonces vemos la mirada soñadora en el rostro del ratón. Observa el cartel de la película, hipnotizado. Luego mira al hombre y vemos que entra en pánico. Ahora la cámara muestra el rostro del hombre. Al principio, no entiende, luego sus cejas se fruncen. Agarra el trapeador que está de pie en el borde de la valla con resentimiento.

En ese momento, regresamos a Minco. El pequeño ratón parece desconcertado, sintiendo el peligro que se aproxima. De repente, se da la vuelta y empieza a correr. Se lanza a lo largo de la plataforma y entra por el primer agujero que ve en la pared. Lo vemos correr, moviéndose rápidamente a través de tuberías y charcos. Cuando baja a otro nivel, atraviesa un estrecho y largo mercado con forma de pasillo formado por puestos opuestos. Es como si pudiéramos escuchar su rápido latido del corazón. Otros ratones que encuentra en el camino lo miran con risa.

En un momento del pasillo, se encuentra con otro ratón. Leyla se vuelve hacia él y dice: "¡Hola Minco, qué tal!" pero Minco sigue corriendo sin escuchar. Finalmente, al final del pasillo, ve una puerta y entra. Dentro, encontramos a un ratón mayor. La madre de Minco exclama: "¿Dónde has estado?" Pero Minco rápidamente entra a otra habitación, cierra la puerta y se apoya contra ella, respirando rápidamente. Primero vemos el "cuarto de adolescente" de Minco, reunido a partir de objetos saqueados, en un plano amplio. Luego nos enfocamos en el rostro de Minco. Después de decir "¡Uf!", su respiración se calma y una sincera y soñadora sonrisa aparece en su rostro.